Hace unos meses recibí un mensaje de Men Marías invitándome a leer su novela, que además me hizo el honor de regalar. Desde la sinopsis y lo que ella me contó al respecto, la historia me llamó la atención y subió en la lista de prioridades. Esta fue mi experiencia.
De que va
En un pueblo de Andalucía, aparece el cuerpo de una conocida jovencita de la región terriblemente mutilado y con unas alas cocidas a la espalda, la prensa ha comenzado a llamarla La paloma.
Patria Santiago y Sacha Santos, están a cargo del caso, uno que por más que le buscan no tiene pies ni cabeza, uno que da la impresión no va a parar ahí, uno que parece tener elementos poderosos para no dejarlos avanzar.
Pero hay una pieza que se repite, la base naval establecida en Rota en los años 50 y la desaparición de otra joven a la que nadie investigó.
La muerte no es una excusa para arrebatarle la dignidad a nadie.
#MiHumildeOpinión
Entre las cosas que la escritora me contó sobre su novela, me dijo que algunos de los acontecimientos y lugares que aparecen en la historia, incluidas las desafortunadas desapariciones de mujeres, la base naval, la llegada de los americanos y la vida en Rota fueron reales, aún así, me hizo la aclaración: es un thriller, no una novela histórica. Sin embargo, me parece muy importante reconocerle el trabajo de investigación, aunque haya sido únicamente con el objetivo de darle un contexto.
Es una novela que se cuenta a diferentes voces y que transcurre en tres líneas de tiempo, una trama bastante compleja de tejer y aún así sencilla de seguir, una vez que se logra adaptarse al estilo de la escritora, al que personalmente me costó sobre todo en el inicio.
Patria Santiago es la protagonista, una Sargento de la Guardia Civil ubicada en Rota, un pueblo al sur de España, que ha vivido desde siempre en el mismo lugar y que es la responsable de la investigación del asesinato de Diana Buffet, una conocida joven de la localidad que ha sido brutalmente asesinada. Junto a su compañero Sacha Santos, indagarán en las diferentes líneas que van surgiendo y que descubren una oscura historia de su ciudad y su gente.
Patria en sí misma es otra historia que se nos va desvelando, una policía con un terrible pasado que vuelve y vuelve a su presente de formas tortuosas, una historia que está igualmente unida a Rota y a sus habitantes, algo que todos aseguran conocer y del que finalmente no tienen idea de nada.
Rota es otro personaje de la novela y el que nos transporta a los años 50, cuando Francisco Franco permitió el establecimiento de una base naval americana en las costas de esta ciudad, y a través del cual entramos para conocer la historia de Inés y su familia, así como la transformación que vivió este lugar, un pueblo sumido en la miseria que se llegó a conocer como el paraíso del vicio.
La carrera por encontrar al asesino tomará giros inesperados, que no se limitan a lo que está sucediendo en ese momento, sino que tendrán que regresar al pasado, para poder entender el presente.
Cuando empecé la lectura, debo de reconocer que no sólo me costó trabajo lo que ya mencioné anteriormente, sino que me recordó otros libros que comparten género y nacionalidad, la trilogía de la Ciudad Blanca, los de Dolores Redondo y hasta los dos que llevo de Carmen Mola, detalles como los asesinatos rituales, un poco la complicada personalidad de Patria, la ubicación de los acontecimientos (un pueblo extraviado, donde te conocen de toda la vida) entre otras cosas; elementos que me hicieron dudar de la originalidad, pero como punto positivo inmediato, es una novela que entra directo a la acción y una vez instalada no puedes parar de leer, así que continué.
Poco a poco la novela va desarrollando su propia personalidad, una que a pesar de los clichés típicos del thriller, la vuelve interesante y adictiva.
Y por lo mismo no puedo dejar de lado la parte histórica, que es lo que la separa de todas las anteriores. Si han leído sobre la guerra civil española y la dictadura franquista, recordarán lo opresivo que fue el sistema, el conservadurismo, la pobreza en la que estaba sumido el país y demás; por lo tanto, ésta otra cara que presenta Men Marías en donde evidentemente, por los intereses de Franco, llegaron los americanos a establecerse en Rota, y hacer de esta ciudad un mini Estados Unidos, con las libertades que esto significaba y el alto rendimiento de sus dólares, sí, dándole prosperidad a este pequeño pueblo, pero también convirtiéndolo en todo aquello a lo que el régimen se oponía: libertad sexual, excesos, todo aquello que se considerara inmoral, provocativo y alejado de la familia católica tradicional.
En Rota, había centros nocturnos, bares, se empleaba a hombres y mujeres de la región, las faldas eran más cortas, los escotes más pronunciados, las drogas, el alcohol, las fiestas y el sexo casual eran parte de la normalidad; un paraíso o un infierno según el punto de vista.
Y aunque es una novela de esas que consideramos “altamente entretenidas”, la autora también involucra temáticas oscuras que nos aquejan como sociedad, abuso, sectas, clínicas clandestinas, ansiedad y las autolesiones, que es también la primera vez que me topo con ese último tema en un libro.
Es un libro que disfruté muchísimo, que difícilmente podía soltar, bendito Kindle a prueba de agua que me acompañó hasta en la regadera (no es broma), porque eso sí, desafortunadamente en México (quizá todo Latinoamérica) sólo se puede encontrar de forma digital.
★★★★☆ Me gustó, lo recomiendo ampliamente.
Escucha el episodio 92 del podcast y conoce más sobre Rota, España
Thriller
Editorial Planeta
12 Mayo 2021
Digital
560
Española
Sinopsis:
Sólo quien conoce el dolor puede enfrentarse a un crimen tan macabro.
Frente a la base naval de Rota, tras el cordón policial que acordona la brutal escena, un grupo de vecinos clama que se haga justicia: el cuerpo de la joven Diana Buffet yace salvajemente mutilado y con unas enormes alas cosidas a su espalda.
Ni las cámaras ni el helicóptero de vigilancia de la base han captado una sola imagen que pueda servir a la investigación; algo incomprensible.
La sargento Patria Santiago sabe que el asesino va a volver a matar, pero nadie la cree, ni siquiera el cabo Sacha Santos -a quien le gustaría ser algo más que su compañero-, porque al igual que piensa el resto de Rota, Patria ha convivido con el dolor demasiado tiempo como para ser de fiar.
Una sola pista, la investigación que Diana estaba haciendo sobre la base, y su relación con la desaparición de una joven hace sesenta años, cuando los americanos llegaron a Rota, parecen ser los únicos hilos de los que tirar.