Los bookworms y los melómanos ya eran grandes fanáticos de este local antes de que se popularizara en Instagram, que fue como yo supe de The last bookstore, la librería independiente más grande de California, según Conde Nast.
Ironías de la vida.
The last bookstore o La última librería es un nombre que el propietario le puso a modo de burla, sin embargo, en los últimos años y con el avance de la venta en línea esto se ha vuelto cada vez más real, así que además de vender las últimas novedades, compran y venden usado, hacen intercambios y aceptan donaciones tanto de libros como de discos de vinil y novelas gráficas.
De banco a librería.
Cuando se llevó a cabo la renovación del centro de la ciudad, su crecimiento y popularidad los obligó a mudar su pequeña librería al edificio en el que se ubican actualmente, un espacio de dos niveles y poco más de 2000 mts2, que originalmente era el banco Crocker Citizens National Bank.
Por la seguridad de nuestros libros.
Al entrar el personal nos pidió que guardaramos en paquetería todas las bolsas y mochilas mayores a una hoja tamaño carta (8”x 11”) por aquello del robo hormiga, que considerando la cantidad de libros, pasillos y recovecos no dudo que la merma haya sido altísima, así que, para evitarnos el bochorno, dejamos nuestras mochilas ahí.
Frente a la paquetería hay una amplísima selección de libros de cualquier género a tan sólo un dólar, que, por cierto, estaba tan emocionada por entrar que me di cuenta ya cuando nos íbamos, así que no tuve mucho tiempo de explorar esos libreros.
A,B,¿C?
Empecé a explorar las estanterías ya con algunos títulos en mente, no obstante, me sentía completamente perdida, no sólo por el exceso de libros que tenía frente a mí, sino porque parecía que nada tenía orden, me podía encontrar a Hoffman después de Miller o a King después de Allende, así que decidí preguntar.
Resulta que el acomodo es de acuerdo al género, imitando una tienda virtual, así que es totalmente plausible que encuentres a Stephen King y a Anne Rice juntos en la sección de terror sin seguir un orden alfabético.
Art District.
The last bookstore, está ubicada en el distrito artístico de Los Ángeles, por eso no es de extrañar que la librería cuente con una serie de instalaciones del colectivo artístico Springs arts collective, que justo en este mismo edificio tienen sus estudios y talleres, si te interesa puedes comprar arte, verlos trabajar o platicar con los artistas en persona.
El momento esperado, el laberinto.
La primera vez que vi una fotografía de esta sección de la librería, lo primero que me vino a la cabeza fue –El cementerio de los libros olvidados- de Zafón, me encantaría pensar que, considerando que el autor vive en California obtuvo algo de inspiración de este lugar, pero como el libro llegó antes, es posible que más bien haya sido al revés.
El lugar es magia pura para los bookworms, y definitivamente súper instagrameable para lectores o no; al mezclar los miles de libros con distintas instalaciones del colectivo uno se siente realmente perdido en un laberinto, abrumado incluso (en el buen sentido). Los libros están dispuestos en posiciones inverosímiles, creando formas y el famoso túnel de las fotos.
Y hablando de fotos, la librería sabe de antemano que su permanencia en el mercado se debe justo a su popularidad en redes sociales, por lo que la fotografía está permitida siempre y cuando no se utilice flash y no importunes al resto de los visitantes/compradores. Si tu intención es hacer algo más profesional, hay que comunicarse con los encargados a través de su web.
Algo para todos.
En el segundo nivel un letrero luminoso grita YARN (hilo), una tienda/taller que ofrece productos, eventos y clases en esta actividad para todos los interesados en el tejido de punto como actividad artística y desestresante.
Un banco + Una librería + ¿Un club nocturno?
En el sótano del edificio se encuentra The Crocker Club, un club nocturno que mantiene la decoración original de los años veinte y la bóveda del banco intactas, incluso la enorme puerta de acero que cierra la bóveda aún funciona. El lugar cuenta con varias habitaciones y barras que en su momento fueron el lugar de trabajo de cajeros y los espacios VIP para los mecenas del banco, donde revisaban sus cajas privadas.
En cuanto a la música, se contratan a los mejores DJs y puedes escuchar desde música de los 40s hasta lo más in de nuestros días, incluso todo depende de la habitación en la que te encuentres.
Si te interesa: el lugar abre únicamente viernes y sábados, cuenta con un código de vestimenta y cobra cover de entre 10 y 20 dólares, el precio de los cócteles varia entre 10 y 15 dólares.
¿Vale la pena?
¡Totalmente! Independientemente de que seas lector o no, es un lugar muy peculiar, y hay que mantenerlo vivo, así que en tu visita puedes comprarte un libro (también hay sección de otros idiomas), un disco, mercancía de la librería, irte de fiesta o simplemente hacer una pequeña donación, obvio esto es opcional y mera sugerencia.
Ubicación: 453 S Spring St – Ground Floor Los Angeles, CA 90013
Horario:
Domingo a Jueves de 10 am a 10 pm / Viernes y Sábado de 10 am a 11 pm.
Cerrado en Navidad, Día de Acción de Gracias y Año nuevo, un día antes de estas fechas cierran temprano, 6 pm.
¿No puedes esperar más?
Haz una visita virtual, The last bookstore