El año pasado me leí El cuarto mono, y fue uno de mis libros favoritos del 2019, pero conseguirme La Quinta víctima, fue una verdadera odisea, en pocas palabras porque quería la experiencia del libro físico y fue imposible encontrarlo en México, así que Don Lecturisto, también conocido como mi esposo, planeó regalármelo para San Valentín, mandándolo traer desde Amazon España, tres meses después, finalmente pude sumergirme en la segunda parte de la trilogía.
Vale aclarar, que esta reseña es para aquellos que ya leyeron la primera parte y que por lo tanto los spoilers referentes al Cuarto Mono no afectarían su experiencia; evidentemente no habrá spoilers de La quinta víctima.
Quién no tiene nada que perder no tiene miedo ni remordimientos.
#MiHumildeOpinión
En este momento sabemos que Bishop es el buscado asesino y que escapó de Sam Porter justo después de matar a un poderoso empresario, y que además entró a casa del policía mientras éste se encontraba recuperándose en el hospital y que le dejó una cajita con la oreja del asesino de su esposa, pidiéndole como favor a cambio encontrar a su madre.
Cuatro meses después no hay rastro de Bishop y el FBI ha tomado el caso, por lo que Sam y su equipo deberán enfocarse en investigar el asunto de una joven que aparece congelada en medio de un lago, con signos de haber sido asesinada, lo que a su vez desata la desaparición de otras chicas, sin rastro ni idea de quien y porque se están cometiendo estos delitos.
Sin embargo, Porter no va a soltar el caso del cuarto mono tan fácil, así que empieza una investigación por su cuenta, a la par del nuevo asunto, y cuando sus superiores se enteran inmediatamente lo suspenden; aún así, esto volverá a no ser impedimento para localizar a Bishop, el caso policial se ha vuelto un tema personal.
Si hace mucho tiempo que leyeron la primera parte, esta secuela hace un buen recorrido por los momentos importantes del cuarto mono; sin embargo, sugiero que le den una hojeada o si se animan, una re lectura, porque me parece que hay muchos detalles que tendrán una explicación más lógica si le dan una refrescada, como mencionaba anteriormente, yo leí el primer libro hace un año, y para esta opinión quise repasar rápidamente mi libro, he de confesarles que me dieron muchísimas ganas de leerme toda la historia de corrido, incluyendo el nuevo libro.
Cada capítulo es una hora de cuatro días en la vida de las personas que nos van guiando por La quinta víctima, se cuenta en tercera persona para conocer las diferentes perspectivas de las investigaciones: el caso oficial que lleva el FBI a través del Detective Poole, el nuevo caso que lleva la policía de Chicago, con Sam, Claire y Nash, luego la perspectiva de Sam cuando lo suspenden y por su lado hace sus indagaciones, y por último la de algunas víctimas y su captor.
Es un libro que se mueve muy rápido, con buenos giros en la trama, un final sorprendente y en el que empezamos a cuestionarnos si todo aquello que sabemos de Anson Bishop es real o sólo su versión de los hechos.
En esta ocasión me costó un poco más engancharme con la historia, no es algo tan relevante porque sucede rápido, sólo por hacer la comparación con la primera novela, lo que si noté fueron más detalles que no tuvieron una explicación, por ejemplo, el proceso en como se dejaron los cadáveres de algunas víctimas, el porqué se estaban dejando de determinada manera, un poco sobre la motivación del asesino, entre otros detalles.
Con el final de la historia tengo mis dudas, en cuanto a si lo que continúa tendrá una explicación lógica o será un gran embuste, pero esto claramente lo descubriré en cuanto lea La sexta trampa.
Fue una novela que me devoré, me parece una gran secuela, que nos explica mucho y a la vez nos hace dudar de todo, resultando en unas enormes ganas de terminar con esta historia.
★★★★☆ Me gustó, lo recomiendo ampliamente.
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4M, #2
Thriller, Novela policíaca
Editorial Destino
07 de mayo 2019
Libro
608
Estadounidense
SINOPSIS: El FBI ha retirado del caso Anson Bishop (el asesino de El Cuarto Mono) a Porter y su equipo, que pronto se enfrentan a una nueva serie de asesinatos: tras estar desaparecida durante tres semanas, el cuerpo de Ella Reynolds aparece en un estanque del Parque Jackson, aunque el agua hace meses que se heló. Además, lleva la ropa de otra joven desaparecida hace tan sólo dos días. Porter y su equipo empiezan a reconstruir las pistas de este nuevo caso y, al mismo tiempo, en secreto, Porter sigue el rastro de Anson. Cuando sus superiores lo descubren, Porter queda suspendido de sus funciones mientras Clair y Nash buscan al asesino del lago. La pista de Anson llevará a Porter desde Chicago hasta Nueva Orleans y a Carolina del Sur. A cada paso que da, Anson parece estar manipulando los acontecimientos, siempre un paso por delante y Porter se da cuenta de que el único lugar más oscuro que la mente de un asesino en serie es la de la madre que le dio la vida.