La ciudad de vapor, Carlos Ruiz Zafón

Hace un año me levantaba con la noticia de la muerte de Zafón, noticia que nadie se esperaba pues su cáncer no fue de dominio público, una noticia que me entristeció por lo obvio, y que me hizo sentir un poco huérfana, mi escritor favorito había muerto y con él la oportunidad de volver a emocionarme con la salida de su última novela, esa que me transportaría a una ciudad que me vengo prometiendo desde que lo descubrí hace casi quince años, Barcelona.

La ilusión de volverlo a leer llegó unos meses más tarde, con la recopilación de sus cuentos en una nueva publicación, La ciudad de vapor, que además incluía tres completamente inéditos.

Lo compré a inicios del 2021 y aunque las ganas de leerlo eran muchas, decidí dejarlo para abril, mi mes de cumpleaños y en el que siempre elijo un libro, género o un autor que es casi garantía de que me gustará; en este caso, estaba completamente segura, pero además necesitaba su compañía, ese estilo que ahora me parece reconfortante, el abrazo de un viejo amigo.

Abrir el libro y leer las primeras líneas me llenó de emoción, reconocerlo en ellas me erizó la piel y poco me faltó para llorar, digo poco porque antes de que me diera cuenta ya estaba inmersa nuevamente en la neblina, la oscuridad y sus personajes malditos.

Un hombre es capaz de perdonarlo todo menos que le digan la verdad

Ocho de los cuentos que aparecen aquí ya habían sido publicados en periódicos o previas publicaciones de Editorial Planeta, sólo uno de ellos fue impreso primero en inglés y después traducido al español, y todos excepto uno, nos transportan al pasado.

De los once cuentos, cuatro los marqué como favoritos, pero fue El Príncipe del Parnaso el que me enamoró. Nos regresamos a la Barcelona de 1616 y 1559, conocemos a un importante antepasado de los Sempere que vive en la puerta de Santa Ana, que emplea a un Sancho Fermín de la Torre y nos codeamos con Miguel de Cervantes Saavedra, con quien se dará inicio la leyenda del Cementerio de los libros olvidados.

Y este no es el único guiño a sus novelas, también nos topamos con David Martín, el Señor Corelli, un breve fragmento de El prisionero del cielo que no se publicó, pero sobre todo retornamos a esa atmósfera sombría, atormentada, llena de personajes que siguen sufriendo las consecuencias de la guerra, un ambiente de fantasía y terror que sólo Zafón escenificó tan bien.

En mi currículum lector, las antologías de cuentos aparecen poco, y por lo general no terminan por ser favoritos, pero La ciudad de vapor llegaba en otro contexto, un libro que es obligado para los fanáticos del autor, un libro que puede introducirte a su mundo fantástico si nunca antes lo has leído, un libro que renovó mis ganas por regresar a el mundo de El cementerio de los libros olvidados, un libro con el que no puedo ser objetiva y al que calificaría con cien estrellas si pudiera.

Sí, Zafón no volverá más, pero como lo escribió en La sombra del viento, “Existimos mientras alguien nos recuerda” y regresar a sus libros es nuestra manera de recordarlo y brindarle homenaje a sus historias. 

★★★★★ Se va a la lista de favoritos, todos deberían leerlo

Escucha el episodio 83 del podcast. Además nos vamos a recorrer los escenarios de La Sombra del viento

 

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