Aura, Carlos Fuentes

Hace 18 años este libro se volvió controversia en México, el secretario del Trabajo del gobierno de Vicente Fox, Carlos Abascal armo un escándalo porque a su hija de tercer año de secundaria se lo habían incluido entre las lecturas obligadas para ese periodo escolar; y él, indignadísimo pidió que se tomaran medidas respecto a la profesora, pues el libro incluía escenas inapropiadas para niños de esa edad.

A Carlos Fuentes, al contrario de haberle molestado la actitud del secretario, le dio mucho gusto que, a 39 años de haber sido publicado, el libro se volvió todo un éxito y el morbo pudo más que la santurronería.

De que va.

El profesor Felipe Montero lee en el periódico un anuncio para un puesto de trabajo que describe a la perfección sus habilidades como historiador y parlante de francés.
Se presenta a la entrevista en una casa del centro de la Ciudad de México, comida por el progreso, pero que sus inquilinas se rehúsan a abandonar; la casa está sumida en las tinieblas y sólo a través de una cansada voz se le indica hacia donde se debe de dirigir.
En las penumbras, choca con la cama de una anciana mujer, su empleadora y dueña de aquella vivienda, que le explica en qué consistirían sus tareas, con mucha seguridad le indica en donde está su habitación, para que arranque de inmediato; él por supuesto sorprendido, intenta disuadirla y explicarle que puede seguir viviendo en donde mismo y realizar las tareas que le solicita, pero la anciana Consuelo manda llamar a su sobrina, Aura, una joven mujer de ojos verdes hechizantes y lo único que Pablo puede responder es Sí, voy a vivir con ustedes.

Pablo comienza a experimentar una serie de situaciones que rayan entre la realidad y la fantasía de un sueño, enamorado de Aura intentará persuadirla para salir de esa casa tenebrosa y vivir su amor lejos de la tía, que al parecer la tiene sobre manipulada, poco a poco entenderá lo que la mantiene ahí y quizá sea la misma razón que lo llevó a esa casa y quien sabe, a lo mejor hasta el decida quedarse.

El cielo no es alto ni bajo. Está encima y debajo de nosotros al mismo tiempo

#MiHumildeOpinión

He de decir que fue un libro que, aunque pequeño quise leer con mucha calma y con todo el tiempo del mundo porque a Carlos Fuentes hay que leerlo así, con atención para captar los pequeños detalles y los símbolos que ponía aquí y allá, y ¡vaya que pone!

El narrador es lo primero que llama la atención en este libro, por lo que pude investigar escribir en segunda persona no es algo que se encuentra comúnmente y seguro que por eso es un libro recurrente en las clases de español o literatura, en fin que el protagonista tiene un diálogo interno como si se lo dirigiera a alguien más, les pongo un ejemplo: –“Las fechas se te confundirán” – “Quisieras intervenir en la conversación doméstica” – “Terminas por abandonar los tediosos papeles”.

La historia nos lleva al límite donde se encuentra lo que está sucediendo realmente en la vida de Felipe, Aura y Consuelo con los sueños y la imaginación de los personajes, poniendo a la misma realidad en un plano fantástico; sé que se lee muy confuso, y es que el libro nos tiene así, confundidos, pero es parte de la experiencia de acompañar al protagonista en este viaje, inclusive el final queda abierto a la imaginación de cada lector.

Los detalles en las descripciones son escalofriantes, tienen el poder de hacerte oler la humedad y la podredumbre de las plantas, de sentir la desesperación de la penumbra a la que Felipe se tiene a acostumbrar, la soledad y la sobriedad de esa casa vieja, con estas inquilinas a las que parece no importarles estar rodeadas de ratas y polvo y comer siempre la misma sopa fría.

El libro está clasificado en varias categorías: novela corta, realismo mágico y hasta terror, yo además agregaría thriller; desde que inicia el relato vamos teniendo pistas de lo que está sucediendo, evidentemente no lo entendemos hasta que llegamos al final y es por eso que surge la necesidad de empezar de nuevo para ir reteniendo los trozos de información, que mucho nos dicen ahora que sabemos el final, pero que están extraordinariamente escondidos y evidentes al mismo tiempo.

En términos de lenguaje creo que es bastante natural, sin embargo, como dije antes hay que prestar mucha atención, porque podrá ser sencillo, pero no es nada simple; explora la obsesión, a la juventud y al amor eterno, en donde se hará lo que se tenga que hacer para obtenerse.

A tomar en cuenta

Si conocen un poco de la historia de Carlos Fuentes, sabrán que el amaba París, fue embajador de México en Francia del 75 al 77 y sus restos están en el cementerio de Montparnasse en la capital francesa; él decía que París era la ciudad más hermosa del mundo, pero él era de la Ciudad de México, por eso escribía de su ciudad y se ponía en el contexto de su política.

Es quizá por esto, que a lo largo de la novela vamos a encontrar diálogos y retazos de las memorias del esposo de Consuelo escritas en francés, mezclando sus dos grandes amores; es imprescindible traducir estas partes (en caso de no dominar el idioma, como yo) para darle mucho más contexto a la narración.

★★★★Me gustó, lo recomiendo ampliamente.

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