Aquellas horas que nos robaron, Mónica Castellanos

¿Gilberto quién? ¿qué hizo qué? ¿qué era mexicano?… fueron algunas de las preguntas y sorpresas que me llevé con este libro, la historia de un héroe que no se ha difundido como se merece, es lo que nos encontramos en la novela de Mónica Castellanos y que todos aquellos que la hemos leído, nos hemos tomado personal hacer que más y más la conozcan.

De que va

Laura Bosques es la voz que nos va contando la historia de su padre, más de 103 años de aventuras, política y luchas contra la injusticia social que lo van perfilando para convertirse en el primer cónsul mexicano en Francia durante la Guerra Civil española y la Segunda guerra Mundial.

A la par, conocemos las historias de españoles y judíos que fueron perjudicados por estos acontecimientos, sus exilios, sus penurias y como la labor de Gilberto Bosques afecta indirectamente en sus vidas.

 No hay honor ni sentido ni gloria en la guerra. La guerra es locura de todos y ambición de unos cuantos.

#MiHumildeOpinión

 Aunque pareciera que Mónica Castellanos tenía información privilegiada y era de las pocas en conocer de la existencia de Gilberto Bosques, resulta que al igual que muchos de nosotros ella tampoco tenía ni idea de este hombre, su historia llegó a sus manos por mera casualidad.

Mientras buscaba información para otra novela que se desarrollaría también durante la Segunda Guerra Mundial, el nombre de Gilberto empezó a surgir cada vez más a menudo, el hecho de que fuera mexicano y un gran desconocido para la mayoría, fueron razones suficientes para dar a conocer su historia; es así, como entre muchas pesquisas dio con Laura Bosques, la hija mayor del cónsul.

Es ella quien le cuenta la historia de su padre y por eso es también la elegida como una de las principales voces narrativas de la novela.

Sin intención de arruinarles la lectura, a grandes rasgos les diré que Gilberto Bosques fue un hombre con vocación magisterial, que desde muy joven fue parte de movimientos sociales entre ellos la Revolución mexicana, fue Secretario de Gobernación en el Estado de Puebla, Diputado Federal, presidente del Congreso de la Unión, estuvo a lado de personajes como Venustiano Carranza, Adolfo de la Huerta, Lázaro Cárdenas y es este último quien lo nombra Cónsul general en París.

En una Europa que se preparaba para la guerra y una España que iba saliendo de otra, Gilberto llegó antes que nada a defender a sus compatriotas, pero con el tiempo fue clave en la protección de los refugiados españoles que huían tanto de los nazis como del régimen franquista, expidiendo visas y ofreciendo la nacionalidad mexicana inmediata a aquellos que previa autorización e investigación (tampoco era tan sencillo) desearan tomarla.

A la par que descubrimos la historia de este hombre, vamos leyendo una serie de testimonios de hombres, mujeres y niños que por diferentes circunstancias se ven perseguidos por alguno de estos conflictos, algunas de estas historias cuentan las experiencias de personajes que realmente existieron, otros son homenajes a las tantas que no se lograron contar, algunas irán apareciendo en más de una ocasión, otros son relatos auto conclusivos.

Sin embargo, aunque el personaje principal de esta novela es Gilberto, es la historia de Mina y Francesc la que rápidamente toma el control de la historia, dos niños que a temprana edad quedan huérfanos a causa de los bombardeos en Barcelona, que recorrerán kilómetros en soledad, hambre y frío, que compartirán las peores experiencias con sus conciudadanos, pero que a su vez, nos enseñan que el amor de familia también es posible elegirlo.

Es un libro que necesitan leer y compartir, es importante que se difunda el trabajo de este hombre, a quien muchas veces se le ha comparado con Oskar Schindler, aunque como Mónica nos resaltó, su trabajo desde el inicio tuvo el objeto de ayudar y no fue la culpa la motivación de sus acciones, como fue el caso de Schindler.

El valor histórico de este libro es infinito, por la intención de la escritora de reintroducir a al imaginario mexicano a este hombre que más bien es reconocido y admirado en otros países que en el nuestro, por las historias que rescata de algunos de los refugiados y por que la historia fue contada de primera mano por la hija mayor de Bosques; lo que a mi no me terminó de gustar, y de hecho me frustró un poco, fue la forma en como algunas relatos se sentían inconclusas o algunas de las cuales esperaba saber más y no llegó a suceder, y esto según nos platicó la autora, fue con toda la intención.

★★★☆☆ Me gustó


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