En el mes de febrero el reto lector de librería Porrúa proponía libros ubicados en España y Portugal o escritos por autores con estas nacionalidades, sin embargo, de las opciones que se sugerían o no me convencían o ya los había leído, además que mi intención si era leer algo que me transportara a cualquiera de los dos países; así que decidí buscar por mi cuenta, y fue así como di con La novia gitana de Carmen Mola.
De que va
Susana es una joven que está a días de casarse, después de su despedida de soltera es raptada justo antes de llegar a su departamento; dos días más tarde aparece muerta en las afueras de Madrid, con evidentes signos de tortura que siguen un repugnante ritual visto en otro asesinato cinco años antes, la víctima fue Lara Macaya, la hermana de Susana.
Sin embargo, el asesino de Lara cumple condena, por lo que será trabajo de la Agente Elena Blanco jefa de la Brigada de Análisis de Casos averiguar si quién está en la cárcel fue condenado injustamente o hay alguien afuera intentando imitarlo.
Nosotros podemos equivocarnos veinte veces, pero si acertamos una, lo descubrimos; él puede acertar veinte veces, pero si falla una, lo descubrimos. Es una cuestión de estadística.
#MiHumildeOpinión
La novia gitana es un libro que se devora, el caso tiene que resolverse a contra reloj, antes de que se libere al ahora supuesto asesino de Lara que cumple condena, y a quien se piensa liberar por las nuevas pruebas, por eso es que el equipo de Elena Blanco debe de actuar rápido, poniendo todos sus recursos para probar o desmentir la presunta inocencia; esto hace que para para nosotros se convierta en una lectura muy movida, llena de pistas y sospechosos.
Sin embargo, todos de quienes se sospecha a lo largo del libro, van demostrando sus coartadas, algo que me tuvo completamente implicada con la lectura, y muy confundida también, era imposible explicarme quien estaba llevando a cabo los asesinatos y lo más importante, cuál era el motivo.
Es un libro en donde los asesinatos siguen un tipo de ritual antiguo, muy del estilo de las trilogías de Eva García Saenz y Dolores Redondo, aunque entretenido cada uno en su manera muy particular, eso sí, si eres de estómago sensible quizá el proceder del asesino sea un poco fuerte para ti.
Fue una lectura que disfrute mucho, aunque creo que es la primera vez o quizá en muchos años en que los protagonistas nunca me terminaron de caer bien, logré comprender un poco más a Elena Blanco quien por años ha vivido una situación personal muy difícil y que la ha llevado a tener conductas algo erráticas, eso sí, es una mujer fuerte, valiente, firme y un poco excéntrica que ha logrado desarrollar exitosamente un cuerpo policiaco especial que trabaja por resolver los casos más difíciles con los que la justicia común no puede lidiar.
Ángel Zárate es un policía que logra unirse a la investigación de la Brigada, un buen elemento y una persona con las mejores intenciones, aun así, fue un personaje que me desesperó de principio a fin, por su insistencia y no en el buen sentido, es indisciplinado, y cuestiona el trabajo de sus compañeros todo el tiempo.
Como lo estaba leyendo con la intención de pasear por España, creo que cumplió bastante y me llevó a recorrer barrios de Madrid no tan populares en los libros.
A pesar de los clichés, el thriller es un género que me gusta mucho, disfruto intentar resolver el caso y sorprenderme con los giros, este en particular deja la puerta abierta de manera sorprendente para la siguiente parte de la historia “La red púrpura”, con un excelente final.
★★★★☆ Me gustó, lo recomiendo ampliamente.
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Inspectora Elena Blanco
Thriller, Novela negra
Alfaguara
17 de mayo 2018
Libro
Española
Sinopsis: «En Madrid se mata poco», le decía al joven subinspector Ángel Zárate su mentor en la policía; «pero cuando se mata, no tiene nada que envidiarle a ninguna ciudad del mundo», podría añadir la inspectora Elena Blanco, jefa de la Brigada de Análisis de Casos, un departamento creado para resolver los crímenes más complicados y abyectos.
Susana Macaya, de padre gitano pero educada como paya, desaparece tras su fiesta de despedida de soltera. El cadáver es encontrado dos días después en la Quinta de Vista Alegre del madrileño barrio de Carabanchel. Podría tratarse de un asesinato más, si no fuera por el hecho de que la víctima ha sido torturada siguiendo un ritual insólito y atroz, y de que su hermana Lara sufrió idéntica suerte siete años atrás, también en vísperas de su boda. El asesino de Lara cumple condena desde entonces, por lo que solo caben dos posibilidades: o alguien ha imitado sus métodos para matar a la hermana pequeña, o hay un inocente encarcelado.
Por eso el comisario Rentero ha decidido apartar a Zárate del caso y encargárselo a la veterana Blanco, una mujer peculiar y solitaria, amante de la grappa, el karaoke, los coches de coleccionista y las relaciones sexuales en todoterrenos. Una policía vulnerable, que se mantiene en el cuerpo para no olvidar que en su vida existe un caso pendiente, que no ha podido cerrar.
Investigar a una persona implica conocerla, descubrir sus secretos y contradicciones, su historia. En el caso de Lara y Susana, Elena Blanco debe asomarse a la vida de unos gitanos que han renunciado a sus costumbres para integrarse en la sociedad y a la de otros que no se lo perdonan, y levantar cada velo para descubrir quién pudo vengarse con tanta saña de ambas novias gitanas.