Acababa de terminar tres thrillers y necesitaba algo sin tramas enredosas y por sobre todas las cosas ligero, así que me puse a investigar y di con Un día de diciembre de Josie Silver, además era perfecto para ir entrando en mood navideño.
De que va.
Laurie va en de regreso a casa después de un día más en su monótono empleo, mientras filosofa en el autobús, advierte a un chico en la siguiente parada. Sus miradas se cruzan, se sonríen, ¿se baja ella o se sube él? Nada, nadie hace nada, el autobús continúa su camino, pero Laurie ya no podrá ser la misma, para su escéptica sorpresa, se ha enamorado.
Diez meses han pasado desde que vio al joven del autobús, lo ha buscado por todo Londres sin éxito; en la fiesta de navidad que año con año organizan en su departamento, su mejor amiga Sarah le presenta a su misterioso nuevo novio, y en cuanto estos se miran se dan cuenta, ellos ya se han visto antes.
Vivir en un lugar diferente tiene algo que te permite ser quien quieres ser
#MiHumildeOpinión
Un día de diciembre cumplió completamente con su objetivo, entretenerme, distraerme y llenarme de endorfinas, aunque vamos a admitirlo, es una novela llena de clichés sobre todo la primera parte: Laurie es linda, es inteligente, pero nada comparada a su mejor amiga Sarah, que es simplemente espectacular, y aún así tienen una amistad a prueba de balas, se conocieron en la universidad, ambas estudiaron una carrera que tiene que ver con los medios de comunicación, pero sus intereses son muy distintos, mientras Sarah quiere ser presentadora de televisión, Laurie busca algo en el mundo de las revistas.
Conforme avanza la historia sabemos que a una se le va dando la vida un poco más fácil que a la otra, encima Laurie está enamorada del novio de su amiga sin que ésta lo sepa, y aunque verlos juntos es casi insoportable, su amistad pesa más, y es aquí en donde el conflicto inicia; independientemente de la amistad, algo que me pareció positivo y que es bueno estarlo viendo cada vez más en las historias, es este intento porque los personajes femeninos dejen de ser un estorbo para sí mismas, y más una cadena que se hace más fuerte mientras se apoyan entre sí.
El libro nos cuenta la historia en periodos muy grandes de tiempo, iniciamos en un diciembre del 2006 y así avanzamos hasta un diciembre del 2017, pero entre capítulo y capítulo pueden pasar dos días o seis meses, lo cual la convierte en una lectura bastante ágil; así que, en once años de su vida, pasamos de todo junto a ellos.
Aunque sabemos que es una historia con final feliz, porque, pues ese es el punto de este género, los giros que toma son convincentes y para ser una novela tan ligera toca temas como la depresión y la pérdida, sin necesidad de profundizar demasiado, pero si dejando claro el efecto y las consecuencias de éstas. Claramente, al ser una novela romántica el amor es el tema central, lo grato es que no sólo se enfoca en las parejas, sino en la importancia de la familia, los amigos y sobre todo el amor y el respeto a uno mismo.
La novela es contada desde dos puntos de vista, Laurie y Jack, algo que también encontré positivo, tradicionalmente estamos acostumbrados a escuchar el amor y su caos es tema exclusivo de mujeres, cuando en realidad es cosa de dos, y en temas del amor no hay exclusividad. Así que, Jack también nos cuenta como está viviendo su relación con Sarah, su querer decirle a Laurie que él también se acuerda y no atreverse por arriesgarse a perder algo más valioso, finalmente también nos ponemos en sus complicados zapatos de hombre.
Ahora, no todo es miel sobre hojuelas, para ser una novela que tiene a Diciembre en el título, y hacer énfasis en los días de invierno, no me logró transportar a ese Londres frío y navideño que estaba buscando.
Como Goodreads no permite los medios puntos en las reseñas, me he acostumbrado a dar estrellas completas, sin embargo, creo que este será el primer caso en el que doy un 3.5 porque, aunque me gustó, me divirtió, y es bastante entretenida, tampoco fue LA LECTURA del año para mí.
A saber.
En varios puntos del argumento me recordó muchísimo a los libros de Elizabet Benavent, específicamente a Toda la verdad de mis mentiras, aunque sin todo el sexo que convierte a los libros de Benavent en historias eróticas, este es definitivamente mucho más rosa en ese aspecto.