Cada tercer fin de semana de junio celebramos en México a nuestros papás, este año las celebraciones están siendo muy diferentes: algunas inexistentes, unas con #susanadistancia y otras hasta virtuales.
Para celebrar no sólo a los papás de México, sino del mundo y sobre todo del mundo literario, hoy les traigo mi top5 de papás favoritos.
El favorito.
El primero que se me vino a la cabeza fue Daniel Sempere, de la saga del Cementerio de los libros olvidados de Zafón, un hombre viudo que tuvo que criar solo a su hijo en una época tempestiva para España, la guerra civil, en un ambiente de intrigas, mentiras, muerte y él hizo todo por que su hijo tuviera una infancia lo más feliz y normal que se pudieran permitir. Daniel Sempere, es un hombre generoso, que dio todo lo que no tenía por ayudar a otros, le enseñó a su hijo el valor del trabajo duro, el amor por los libros y le entregó la llave al mayor de los secretos de Barcelona, el Cementerio de los libros olvidados.
El comprensivo.
Para papás comprensivos, el señor Pearlman papá de Elio en Llámame por tu nombre.
Elio es un chavito que todavía está descubriendo quien es, que quiere, cuando a su casa llega un estudiante americano de intercambio ya que el papá los recibía y les ayudaba con su master, el caso es que Elio se empieza a sentir muy atraído por Oliver, pasan ocho mil cosas en la historia, pero una de las mejores partes tanto del libro como de la película, es el speech que le da el señor Pearlman a Elio, que habla sobre el amor, las oportunidades, la juventud y todo lo que esto acarrea en la vida de una persona. Digo que es un papá muy comprensivo, porque la historia se desarrolla a finales de los 80s y creo que no cualquiera hubiera hablado de amor, sexo y homosexualidad con su hijo así de abiertamente… bueno probablemente ni estos tiempos.
El honorario.
Aunque este personaje no es exactamente el papá Sebastián el protagonista de Persona Normal, el tío Paco merece el título de papá honorario, él se encarga de la crianza de su sobrino cuando sus padres mueren y hace de su infancia un lugar mágico, lleno de libros, de historias fantásticas, conforme Sebastián va creciendo y va experimentando cambios, el tío Paco le da el mejor consejo que todos deberíamos tomar a la edad que sea, de que sirve ser una persona normal, serías igual a todos.
El adoptivo.
Otro de los papás literarios por excelencia es Hans Huberman de La ladrona de libros, en este caso el es el papá adoptivo de Liesel una niña que es dada en adopción por la mamá durante la segunda guerra mundial y por la edad de la niña pues ella de todo se da, entonces eso la hace ser un poco huraña con su nueva familia, obviamente son desconocidos y la mamá adoptiva, ps tampoco ayuda demasiado. Sin embargo, Hans se la va ganando poco a poquito, le enseña a leer, a escribir, a enamorarse de las historias, y sobre todo a sentirse segura y amada dentro de una familia.
El abnegado
Otro papá español que me encanta, es Bernat Estanyol de la Catedral del Mar, un campesino pobre de la edad media en Cataluña, que en incontables ocasiones sacrifica su vida y su comodidad por la seguridad y la vida de su hijo Arnau. Para Bernat es muy importante que su hijo aprenda a ser humilde pero jamás humillarse ante nadie, no importa la posición, que sepa la importancia del trabajo y que avance en la medida de sus posibilidades.
*Bonus*
El clásico
Y como siempre, les traigo un bonus, y este papá es un clásico, Atticus Finch de matar a un ruiseñor, un hombre viudo que está criando a dos hijos Jem y Scout, niño y niña respectivamente, y que además es abogado en Alabama. La historia está ubicada durante la gran depresión 1933-1935 y lo destacabla de Atticus es que es un padre súper dedicado a sus hijos, en una época en la que no era demasiado común que se involucraran, tiene toda la paciencia para explicarles los dilemas de la vida a los que se enfrentan, el racismo que los rodea y ante todo es alguien que predica con el ejemplo, él está defendiendo a un hombre negro que fue acusado por violación a una joven blanca. Atticus tiene muchas platicas con sus hijos de las que somos testigos, en donde les habla del amor, el respeto y la igualdad para todos los seres humanos.