Japón, China y Corea fueron las opciones para el reto lector de Librerías Porrúa en el mes de marzo, elegí The traveling cat chronicles básicamente porque lo tenía en mi librero desde el año pasado y este me pareció un excelente pretexto para leerlo.
De qué va.
Nana el gato, llegó de manera estrepitosa a la vida de Satoru Miyawaki, por cinco años fueron compañeros fieles e inseparables, pero las circunstancias han obligado a Satoru a buscarle un nuevo hogar.
Con este motivo se aventuran en un roadtrip, por las carreteras de Japón, intentando encontrar el hogar perfecto con la compañía perfecta para Nana.
At that moment, we were without doubt the greatest travellers in the world. And I was the world’s greatest travelling cat.
#MiHumildeOpinión
Empiezo por decirles que, es un libro bellísimo, que si tienen mascotas les va a llegar directo al corazón, pero si como yo, son amantes de los gatos es una historia que van a guardar en un lugar aún más especial.
Sobre todo, porque podrán observar en ellos, los comportamientos y actitudes que se describen de Nana en las diferentes situaciones; aquellos que no están familiarizados con los gatos podrán darse cuenta de lo mimados que son y lo fieles que pueden llegar a ser, claramente, los que somos dueños de uno o más, únicamente vamos a confirmarlo.
La historia nos la cuentan dos narradores, el primero presente en todos los momentos de la vida de Satoru Miyawaki, y el segundo es su gato Nana, que indiscutiblemente fue favorito, por sarcástico, sabelotodo, refinado, altivo y vanidoso, además como leí la historia en inglés en mi cabeza tenía un acento británico perfecto.
Después de haber vivido cinco años juntos, las circunstancias en la vida de Satoru cambian y ya no puede tener a Nana con él, por lo que decide buscarle un hogar con alguna persona de su entera confianza; así inician su viaje recorriendo Japón y el pasado de Satoru.
A lo largo de la historia conoceremos a las personas que han formado parte de la vida de nuestro protagonista, personas que conoció en momentos clave y que podrían ser un hogar ideal para Nana, pero él también tiene algo que decir al respecto y no será tan fácil dejarse abandonar.
Japón forma parte fundamental de la narración, tiene unas descripciones hermosas de sus icónicos paisajes, descubrimos con Nana los cerezos en flor, el monte Fuji, los extensos valles de Hokkaido, la nieve espesa y el estruendo del mar.
Es una novela tierna con tintes muy cómicos, que conforme avanza empieza a tocar fibras más profundas, nos habla sobre la amistad, como bilateralmente marcamos el curso de la vida de las personas, la conexión tan intensa que se forma entre las mascotas y sus dueños, y sobre todo, nos da una lección acerca de la disposición que tenemos ante las dificultades que pone la vida, Satoru lo sabe bien, pues desde muy niño ha sufrido duros golpes y a pesar de eso siempre tiene una sonrisa para todos, ve las cosas de la manera más positiva, agradece y aprecia lo que tiene.
Afortunadamente es un libro que pueden conseguir en español, lo encuentran como: A cuerpo de gato, aunque la verdad la portada en inglés es mucho más bonita, razón por la cual yo me hice con esa edición.
Terminé este libro a inicios de la cuarentena, abrazada a mis gatos y llorando como nunca, es una gran historia.
★★★★☆ Me gustó, lo recomiendo ampliamente.
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Ficción contemporánea
Berkley Books
23 de octubre 2018
Libro
288
Japonesa
Sinopsis: Una novela irónica y conmovedora que gracias a la ocurrente mirada de su narrador, un gato, nos reconcilia con la vida.
Hace cinco años un gato callejero fue recogido por Satoru después de ser atropellado por un coche. El joven le llamó Nana, que significa siete, porque su cola doblada le recuerda a la forma del número, que en Japón es considerada un símbolo de felicidad. Pero, a su pesar, ahora Satoru no podrá cuidar más tiempo de Nana y necesita encontrarle un nuevo dueño. Partirán juntos en su camioneta con la intención de visitar a aquellos amigos que quizá puedan hacerse cargo de su mascota.
El gato Nana será el sorprendente e irónico narrador de una historia donde lo que importa no son tanto las relaciones familiares, sino esos lazos emocionales que se forjan gracias a nuestra valentía y nuestros esfuerzos para comprometernos con quien consideramos amigo... Nana nos mira, nos acompaña, y desde su mundo gatuno nos cuenta mucho de nuestra deliciosa imperfección humana.