Hagan un experimento, pregunten por ahí si saben ¿quién es la Güera Rodríguez?, habrá quien crea que es una luchadora de la triple A o no tengan la menor idea, pero habrá otros que la reconozcan como la “amante” de México (por evitar las groserías).
De que va
Después de poco más de 200 años es que María Ignacia Rodríguez de Velasco de Osorio Barba y Bello Pereyra, mejor conocida como la Güera Rodríguez pasó a la historia, no por haber sido parte importante de la inteligencia dentro del movimiento libertador, sino por cambiar de amante como cambiar de camisa, no por haber sido tan o más inteligente que muchos de los hombres con los que se codeaba, sino por haber sido la amante del Emperador Agustín de Iturbide.
La conspiradora, es la segunda novela del escritor mexicano Guillermo Barba, centrada en los inicios, el durante y la consumación de la independencia de México y la participación que la Güera presuntamente tuvo; aclaro que lo de presuntamente no es por quitarle mérito ni al personaje ni al autor, es porque como él mismo lo menciona: “La vida de María Ignacia Rodríguez de Velasco ha sido escasamente estudiada”.
La novela nos narra con increíble detalle la vida de los nobles novohispanos, los círculos cercanos a los Virreyes, las tan populares tertulias entre las familias de alta alcurnia que eran hervidero de cotilleos y conjuras; tiene una singular manera de transportarnos a ese periodo de la historia, a través del folclore, las costumbres y la comida, que invita al lector a tomar la carretera y ver la actualidad de ciudades como Querétaro, Guanajuato, Hidalgo y la Ciudad de México.
#MiHumildeOpinión
No fue un libro sencillo, sobre todo al inicio; son muchos personajes que se van enredando y no terminaba de entender quien era quien, hay muchos acontecimientos, entre escándalos sociales, amoríos y la independencia; lo hace aún más confuso el hecho de que hace brincos en el tiempo y a veces te enteras que estás en el pasado hasta después de dos páginas, con todo y que los años están al inicio de cada capítulo, lo que deduzco es que a veces el paso del presente al pasado no tenía relación y costaba saber sobre que estaba leyendo.
En sí la lectura no es complicada, en términos de lenguaje, sólo cuesta engancharse.
Lo que me gustó leer sobre esta mujer no es el hecho de que se haya querido desmentir sus amoríos, es decir, sí, la Güera Rodríguez tuvo muchas aventuras con hombres como Simón Bolívar, el padre Ramón Cerdeña, Alexander Humboldt (aunque en el libro exponen una relación muy distinta de lo que dice la historia), Agustín de Iturbide, además de tres maridos oficiales, esto le causó tanto desprestigio que no se le menciona entre los colaboradores de la libertad, mientras que sus contrapartes masculinas, Miguel Hidalgo por mencionar uno, tuvo hijos, era conocido donjuán y además sacerdote, pero hoy es considerado “el Padre de la Patria”.
Tu espíritu no fue creado para pintar paisajes sino para vivirlos.
Me sorprendió
Algo que aprendí, me sorprendió y pone en contexto este comportamiento es que el que una mujer tuviera romances fuera del matrimonio era hasta cierto punto una costumbre aristocrática bastante normal; ahora no digo que sea algo que todos tengamos que practicar, simplemente que se desvirtuó su misión por algo de su vida personal.
Josefa Ortiz de Domínguez, es la única mujer a la que se le da prestigio dentro del movimiento de independencia, pero a lo largo de La Conspiradora leemos nombres como Leona Vicario, Mariana Rodríguez del Toro, y nuestra protagonista a las que urge darles un mejor lugar en la historia, así como bajarle dos rayitas al heroísmo nacional de Miguel Hidalgo, es decir, sí tiene su papel pero en lo personal me parece que hizo mucho más Morelos, ya lo decía Napoleón Bonaparte “ Dame a dos Morelos y conquistaré al mundo”.
★★★★☆ Me gustó y lo recomiendo ampliamente.
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