Reseña: El Tatuador de Auschwitz

Este libro ha estado en las listas top de muchas librerías por todo el mundo, y claro que no los culpo la historia de Lale y Gita es bellísima y sorprendente a la vez, tanto que para mí terminar este libro me dejó con sentimientos encontrados.

De que va

Durante la segunda guerra mundial el judío eslovaco Lale Eisenberg es enviado a Auschwitz, uno de los campos de concentración más mortíferos de la Alemania Nazi, pero su inteligencia, sus ganas de sobrevivir, su carisma lo impulsan a hacer lo que sea necesario para salir de ahí, o cuando menos mantenerse vivo el mayor tiempo posible; esto lo lleva a ocupar el puesto de “tattowierer” el encargado de tatuar los números en los brazos de los prisioneros que llegan; mientras desempeña este oficio conoce a una mujer que lo hechiza de sólo mirarla a los ojos, por eso Lale se propone encontrarla y así descubre a Gita.

A lo largo del libro vivimos con ellos la pérdida de la esperanza en sus tres años de estancia en Auschwitz, pero sobre todas las desgracias descubrimos a un Lale temerario que rompe las reglas para ayudarse y ayudar a cuantos pueda, un Lale que también corre con mucha suerte porque hay circunstancias en donde no vale la maña, ni quien seas ni a quien conozcas si te atrapan en la movida, lo único con lo que cuentas es la suerte.

La historia de amor de Lale y Gita es de esas que sólo creemos que aparecen en los libros o en el cine, llena de momentos mágicos, promesas de amor, separaciones, tragedias, finales felices y continuaciones sorprendentes, la diferencia es que ellos lo vivieron de verdad y en circunstancias paupérrimas, incluso mucho después de haber sobrevivido al campo.

La historia le fue contada a Heather Morris por un Lale octogenario, que por muchos años se rehusó a que el mundo conociera los eventos en los que se vio envuelto por creer que iba a ser juzgado como un judío traidor a su pueblo debido a las personas con las que se relacionó y la manera en la que lo hizo, y no como hoy a la distancia lo podemos “juzgar”, un ser humano que tenía ganas de vivir y que hizo lo que estuvo en sus manos por ayudar a otros a hacer lo mismo.

Finalmente conocemos que fue de nuestros protagonistas y otros personajes una vez que terminó la guerra, y he de decir que lo poco que se nos cuenta daba para un libro más.

La política ayuda a entender el mundo hasta que uno ya no entiende nada, y entonces hace que te arrojen a un campo de prisioneros. Tanto la política como la religión

#MiHumildeOpinión

Quizá fue que él específicamente pidió que no se romantizara su historia y que fuera lo más objetiva posible, quizá fue su memoria, que aunque lúcida, había lagunas que llenar, no sé que fue pero creo que la historia me quedó a deber, no la historia en sí, sino la manera de contarla.

Quien haya leído sobre este periodo de la historia, incluso específicamente sobre Auschwitz, estamos acostumbrados a relatos sombríos, calamitosos y apachurracorazones, pero en el caso de este libro las descripciones me parecían poco profundas y sin muchos detalles e incluso las situaciones hasta un tanto inverosímiles, que bueno esto último tampoco es que sea culpa de la escritora si eso fue lo que le contaron, pero no me sentí transportada a ese escenario, y es que preparada mentalmente para sufrir ya estaba, en cambio me encontré con una narración que muchas veces me hizo pensar en el patio de una escuela, sí, mucho más extremo, con situaciones 1000% más peligrosas pero vuelvo a lo mismo, quizá esa era la intención, aligéralo un poco.

★★★☆☆ Lo disfruté, pero con una vez leído me es suficiente. 

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2 Comentarios

Gloria Melissa septiembre 10, 2021 - 2:27 pm
Totalmente de acuerdo. Hoy termine este libro que empecé ayer por la noche y estaba lista para llorar y sufrir con los personajes pero no fue así. Aparentemente el libro originalmente era un guion que se iba adaptar a la pantalla chica, lo cual creo que tiene mucho sentido ya que la mayoría del libro es ¨Lale hizo esto¨ ¨Lale hizo aquello¨. Le falto profundidad a los personajes y a las emociones, no me sentí angustiada como usualmente me siento leyendo o viendo alguna historia de la segunda guerra mundial.
Liliana Centeno septiembre 16, 2021 - 5:19 pm
Que bueno encontrar a alguien más que se sintió así, a veces las opiniones impopulares merecen apapacho jaja
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