Querido Atticus + El Guardián de los objetos perdidos

Dos libros que originalmente creía serían perfectos para el verano, uno porque así me lo decía el internet y otro porque su portada es tan estival, que no había manera de leerlo en otro momento. En este dos por uno, así es como me fue con las lecturas.

Querido Atticus, Karen Harrington

Personalmente preferiría que un chico viera el libro que estoy leyendo y me dijera que a él también le ha gustado. Eso me parece una señal mejor de que te guste alguien, que besar como besan en las películas.

#MiHumildeOpinión

Atticus Finch es el fantástico personaje de Matar un ruiseñor, y es a quien Sarah le dedica una serie de cartas escritas durante un verano, a sugerencia de uno de sus profesores. Al principio, elige a Atticus porque sabe que todos sus compañeros estarán escribiéndole a Harry Potter, pero pronto se da cuenta que es un personaje al que admira por su capacidad de hacer lo correcto y por ser el padre que a ella le gustaría tener: bondadoso, con quien podría comunicarse y sobre todo libre de alcohol.

Sarah Nelson es una niña de doce años, en quien ya pesa el alcoholismo de su padre, el abandono de su madre y una serie de rumores que los ha forzado a mudarse de casa constantemente; a pesar de todo, mantiene la candidez de su edad y está abierta a las experiencias que la vida le pone enfrente. 

Es ella quien nos cuenta ese verano atípico, en donde por fin pudo evitar la aburrida casa de sus abuelos, para ser la capitana de sus aventuras, que la llevarán a conocer mejor su historia familiar y la tragedia que los ha acompañado toda su vida.

Sarah es un personaje con el que logras encariñarte rápidamente, es una gran lectora, ocurrente, graciosa, observadora y muy inteligente, pero finalmente sigue siendo una niña, que, a falta de una madre o la orientación atenta de un padre, sigue viendo las cosas con mucha inocencia.

En este verano, conoce al hermano de su vecina, con quien, a pesar de los años de diferencia, creará un lazo gracias literalmente al lenguaje, Finn estudia lingüística y etimología y Sarah tiene una ligera obsesión con el significado de las palabras, en su diario tiene una lista de las que le gustan y aquellas que considera problemáticas, por su grado de controversia.

“Loca” es una de esas palabras problemáticas, que hace que los adultos de su familia le censuren y una que particularmente le aterra, es un fantasma que se presenta con cada cambio que experimenta, con cada pensamiento que considera anormal y con cada característica que la hace diferente a los demás.

Para no ser un género al que recurro constantemente, ni por mi edad ni por mis gustos me tuvo bastante entretenida, lo único que no me terminó de convencer, es que toda la tensión que va acumulando la historia, se termina por concentrar en las últimas 50 páginas, y el resultado, en mi opinión, fue un final demasiado sencillo.

Es una novela para adolescentes y preadolescentes, con un estilo sencillo y ameno, y que no por eso los temas que trata son sosos, al contrario, creo que es una buena lectura para compartir entre padres e hijos, que pasa por los típicos problemas adolescentes, hasta contenido más complejo como la muerte, las enfermedades mentales y las adicciones.

★★★☆☆ Lo disfruté.


El guardián de los objetos perdidos, Ruth Hogan

Cualquiera podía culpar de la propia fealdad a los genes y de la propia ignorancia a la falta de estudios, pero que una persona sea aburrida no tenía perdón de Dios.

#MiHumildeOpinión

Para todos aquellos que estaban esperando la reseña porque ya tienen el libro listo para leérselo, o que al igual que a mi, la portada les pareció maravillosa y por lo tanto está en el carrito de compras, lamento informarles que fue una pérdida de tiempo.

La idea del libro no es mala, y es justo su originalidad lo que me hizo darle la calificación que le di; sin embargo, nunca logró retener mi atención, ni lograr que me interesara por los personajes o sus problemas.

La historia se nos cuenta en dos líneas de tiempo, la primera y principal sucede a partir del 2014 y la segunda cuarenta años antes, ambas en Londres; eventualmente terminarán encontrándose, y aunque son historias que corren de manera independiente, existe un delgado hilo que las conecta.

En la historia del presente conocemos a Anthony, un escritor de éxito moderado, que se dio a conocer por la publicación de varios relatos sobre objetos que va encontrando en sus camino a lo largo de cuarenta años, una manera de aferrarse a mantener en el recuerdo, todo aquello que él ya ha perdido.  Pero Anthony sabe que le queda poco tiempo de vida y que es momento de que todos esos objetos regresen a sus dueños originales, tarea que le encomendará a su asistente.

Laura, está recientemente divorciada cuando empieza a trabajar para Anthony, carga con muchos problemas y antiguas frustraciones, su único refugio es la casa de su jefe y la amistad que se ha creado entre ellos, por eso, cuando se le encomiendan los objetos perdidos, se pondrá a la tarea con empeño, aunque no lo hará sola, contará con el apoyo de Freddy el jardinero y Sunshine, la vecinita de Anthony.   

La parte que se cuenta cuarenta años antes, sigue a Bomber, un famoso editor y su nueva asistente Eunice, y la fuerte amistad que nace entre ellos, gracias a su afición al cine.

Para mi la historia empieza bien, conocemos a los personajes principales, nos vamos involucrando con sus historias, con cada objeto perdido que Anthony se topa, nos cuenta el  mini relato que escribió para ese botón, liga del cabello, llave, medallón etc., mismos, que suelen ser de un cariz optimista.

No obstante, lo que inicia como una ficción ligera y simpática, evoluciona a una historia de fantasmas, visiones del pasado, forzada e irreal con el entorno que se ha ido construyendo en la novela.

Aparte de las dos tramas principales, se desencadenan otras sub historias, que pareciera le darían giros más dramáticos a la vida de ciertos personajes, o que quizá intentaba fondear un pasado, pero que terminan por no aportarle nada a nadie; pero lo que más me molestó, es que la base de la novela que son los cuentos que escribe Anthony, terminan por convertirse en una trama incoherente, en lo que nada es lo que parecía, pero no de una manera que nos sorprenda gratamente, al contrario.

¿Qué rescato de esta novela? La idea de escribir historias sobre objetos o personas con las que te vayas cruzando, me parece un excelente ejercicio de creatividad.

★★☆☆☆Tiene partes interesantes, pero no era lo que esperaba.

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