Algunos de los libros que he leído este año y muchos de los que me traje de mis vacaciones los he sacado del club de lectura de Reese Witherspoon, Little fires everywhere era uno de los que le traía ganas desde hace mucho y aquí está mi opinión.
De que va.
Tras una vida bohemia Mia y Pearl Warren se mudan a Shaker Heights está vez para quedarse, o al menos eso es lo que prometió Mia a su hija, pero después de 15 años de moverse de un lugar a otro, siendo siempre ellas dos, adaptarse a esta comunidad perfectamente planeada, no será tan fácil como parece.
Elena Richardson ha vivido toda su vida en esta ciudad del norte de Ohio y ha planeado y seguido las reglas siempre, cree firmemente que de esta manera es como se logra y se asciende en los peldaños de la vida; así es como también ha formado la familia ideal, ella es corresponsal de un diario local, su esposo un exitoso abogado y juntos tienen cuatro maravillosos hijos, en apariencia.
Cuando las vidas de los Warren y los Richardson se cruzan, las cosas van a cambiar, para ellos y para todo Shaker Heights.
“Most of the time, everyone deserves more than one chance. We all do things we regret now and then. You just have to carry them with you.”
#MiHumildeOpinión
Primero una confesión, este libro lo anoté en la interminable lista de por leer por la vergonzosa razón de que Resee Witherspoon lo está adaptando a serie, y viendo las producciones que ha hecho de otros libros, en esta ocasión me quería adelantar un poco, porque seguro que la serie la voy a ver.
El libro inicia por el final, una casa incendiada, una hija desaparecida, y una comunidad completamente dividida; el primer capítulo del libro cumple con su cometido, atraparte, en adelante la historia se regresa a relatar los eventos que se sucedieron para llegar a lo anterior y ahí la velocidad de la lectura se desarrolla a un paso mucho más lento, en lo que se construye el ambiente, los personajes y sus relaciones, pero lo hace de una manera en el que no pierdes el interés y poco a poco te vas metiendo en los dilemas que se van desarrollando.
La relación inicia por los hijos, Moody Richardson y Peal Warren que se vuelven amigos casi en el instante que llegan a Shaker Heights y como esta relación escala al resto de los hermanos Richardson; luego está el vínculo entre las madres, Elena quien desde el momento en que conoce a Mia le intriga por ser todo aquello a lo que se ha opuesto en su propia existencia: despreocupada, improvisada y errante, pero sobre todo la percibe enigmática y eso despierta su natural instinto por saber más sobre esta mujer artista, así que para analizarla mejor le ofrece un empleo bien remunerado en su casa, con la promesa de que de esta manera podrá tener más tiempo para sus proyectos artísticos.
Mia, aunque un poco renuente acepta, no sólo por el beneficio del tiempo y el dinero, sino porque así ella misma podrá vigilar a su hija, quien desde que convive con los Richardson ha cambiado y aún no decide si para bien o para mal.
A la par que nos vamos involucrando con la dinámica de estas dos familias, conocemos a los McCollough, una pareja muy amiga de los Richardson, que recientemente adoptó a una niña de origen chino abandonada en una estación de bomberos y que por fatalidades del destino su madre regresa a reclamar; pero si Mia no se hubiera entrometido, todo el drama mediático y legal no se hubiera producido, y eso es algo que Elena Richardson no está dispuesta a perdonar, y para trastocar la tranquilidad de su inquilina, como ésta lo hizo con su amiga, empezará por indagar que es aquello que esconde con tanto empeño, su origen y su pasado.
El libro explora las distintas dinámicas familiares, pero se ha vuelto muy popular por abordar el tema de la maternidad en distintas fases, sobre todo en un mundo en el que a pesar de saber que la madre perfecta no existe, se sigue buscando ser la primera y sobre todo se sigue juzgando a las de a lado, sin darse cuenta que comparten más de lo que se imaginan: anhelos, miedo, desesperación.
Como lectores tenemos la oportunidad de tener la información de todas las partes y por lo tanto ser jueces, sin embargo, aunque nos guste jugar a ser Dios, creo los dilemas morales que este libro propone no nos pondrán la tarea fácil, y las preguntas se mantendrán mucho después de que terminen la novela, ¿qué hubiera hecho yo? ¿Quién hizo lo correcto?
Por lo anterior, me parece un excelente libro para discutirlo en un club de lectura.
A saber.
Este libro lo leí en inglés porque, aunque existe una edición traducida al español era muy cara (por encima de los $500) a comparación de su versión original. Tengo la esperanza de que cuando salga la serie también, se edite una edición mucho más económica; aunque también existe la opción del libro electrónico que en precio, es la mejor opción.