No me pregunten como llegué a este libro porque no tengo ni la menor idea, lo único que asumo es que su portada atrajo toda mi atención en un inicio y luego el contexto histórico que es Segunda Guerra Mundial, y así, como hilo de media me fui a comprarlo, sin saber siquiera que era una novela para niños.
De que va
Karolina es una muñeca originaria del país de las muñecas, un día las ratas atacan su país acabando con sus monarcas y sus recursos, asustados las muñecas que sobrevivieron se esconden en los bosques. Karolina y Fritz se encuentran ahí, y deciden emprender un viaje para escapar y huir al país de los humanos e intentar buscar ayuda.
Karolina llega a la Cracovia de 1939, a casa de el fabricante de muñecas, un hombre amable pero tímido que no puede creer que la muñeca que acaba de hacer esté vivía.
Karolina y el fabricante de muñecas se vuelven grandes amigos, y en este camino se encuentran con Jozef y Rena Trzmiel, un padre e hija judíos que pronto serán target de los alemanes nazis. El fabricante de muñecas y Karolina arriesgarán todo por proteger a sus amigos.
No estás soñando -dijo Karolina-. ¿Por qué ibas a soñar con una muñeca mágica? Los adultos no tienen demasiada fe en ningún tipo de magia.
#MiHumildeOpinión
Cuando conocí este libro sabía que era una historia ubicada en la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, erróneamente creía tendría un corte más del estilo de La luz que no puedes ver, y definitivamente no me imaginaba una historia para niños, pero no me detuve de comprarlo porque vi las rates que le dieron y muchos comentaban justo eso, que el género no te detuviera de leerlo aún tuvieras 99 años.
No sé como pasen las imágenes en sus cabezas cuando están leyendo, a mí me sucede mucho que parece que estoy reproduciendo una película allá adentro y he de admitir a veces hago mi propio casting, en El fabricante de muñecas me pasó algo rarísimo, sobre todo al inicio, era una especie de teatro guiñol con stop motion que luego se mezclaba con escenas de realidad, mientras Karolina y los personajes de fantasía seguían teniendo éstas características y todo creo que se debe al lenguaje que utiliza la historia que recuerda a un cuento de hadas.
Es por lo tanto evidente desde el principio que la historia va dirigida a niños, pero debido a mi evidente falta de experiencia para sugerirles una lectura adecuada a determinada edad, decidí preguntarle a San Google, y en su infinita sabiduría me respondió que es un libro para niños entre 9 y 12 años, sin embargo y esto si lo digo como una opinión muy personal, creo que es una lectura que debe hacerse acompañada de algún adulto, de preferencia alguien con conocimiento y sin ideas racistas ¿Por qué lo digo? En toda historia siempre necesitamos un villano, en la actualidad es cada vez más común ver villanos más humanizados, es decir no son 100% malos, aunque supongo que en las historias para niños es más fácil tener esta polarización, y ¿Quiénes son los malos en la segunda guerra mundial? la respuesta más sencilla es decir los nazis, aunque los más grandes sabemos que muchos otros implicados, sin embargo y el gran issue que yo veo en El Fabricante de muñecas es que los malos son los alemanes, TODOS los alemanes, hombres, mujeres, niños, y son comparados con las ratas que invaden el país de las muñecas. Honestamente es que me parece hasta irresponsable, por eso es que a pesar de que me parece una bella historia de amistad y sacrificio, también creo que se necesita una retroalimentación mucho más madura y que complemente la idea y de ser posible, sobre todo por temas de la edad, que después lean La ladrona de libros, una historia que casi estoy segura ya conocen y que ofrece una perspectiva muy distinta, una segunda guerra mundial desde el punto de vista de un pueblo alemán que no estaba de acuerdo, que se oponía a la guerra y que incluso ayudaba en lo que podía a los judíos.
Es una novela que combina la ficción histórica con la fantasía, no profundiza mucho en la historia pero nos pone en contexto como va avanzando la guerra según el nivel de desprecio hacia los judíos, los polacos o hacia todo aquello que no sea alemán. Y en cuanto a la fantasía, además de Karolina conocemos otros personajes del país de las muñecas y personajes de leyendas eslavas de las cuales les hablo en el episodio 26 del podcast.
Lo he dicho antes, y es que cualquiera historia de segunda guerra mundial estará siempre ligada a tragedias, tristeza, y esta es la prueba más grande de todas, porque a pesar de ser un libro infantil también se viven circunstancias terribles alrededor de los personajes, tanto con Rena y su papá como con el mismo fabricante de muñecas, y si bien es cierto tampoco es cruda en sus descripciones si se tocan los temas principales como la aniquilación de los judíos, las desapariciones indiscriminadas de personas, me parece que es dura en la cantidad suficiente para el público que va dirigido.
Me sumo a aquellos que dicen que es un libro que puede ser leído por adultos sin necesidad de tener un niño cerca, como es mi caso, que cuenta una historia terrible con mucha ternura, y que aún para aquellos que no lloramos con mucha facilidad, esta historia me hizo sollozar.
Al final, la autora nos cuenta cómo su primer visita a Cracovia en 2009 la inspiró a escribir este libro y también nos ofrece una línea del tiempo que me parece un buen detalle para tener un panorama general del conflicto.