No fui una niña lectora, así que los clásicos entraron en mí a través de Disney, pero como estamos en el entendido de que nunca es tarde, con motivo del mes del niño decidí leer Peter Pan y Wendy.
De que va.
Peter Pan es un niño que se niega a crecer, mientras vuela sobre Londres llega a casa de la familia Darling en donde se vuelve amigo de Wendy y sus dos hermanos menores, John y Michael a quienes con la ayuda del polvo de la hada Campanita que lo acompaña, se los lleva volando al País de Nunca Jamás.
Ahí conocerán a la pandilla de los niños perdidos y vivirán aventuras junto a la tribu de las pieles rojas y los piratas liderados por el perverso capitán Garfio.
Morir va a ser una gran aventura
#MiHumildeOpinión
Peter Pan es de los cuentos que tengas la edad que tengas te obliga a imaginar las aventuras como un personaje más de la historia, es increíblemente descriptiva, con elementos súper originales, y me imagino que leerla por primera vez como niño debe de ser toda una experiencia.
Me generó mucha nostalgia por recordarme a mi infancia, si bien no he leído todas las versiones originales de los cuentos de las películas que hizo Disney, es bien sabido que les modifican bastante para hacerlas más amables al público infantil, y me atrevo a decir que en este caso se hizo un gran trabajo, encima se complementa perfectamente con Hook de Robin Williams, que toma muchos elementos de la historia original para hacer una secuela igual de entrañable.
Aunque para llegar al País de Nunca Jamás hay que volar a la segunda a la derecha y todo seguido hasta el amanecer, esta tierra mágica siempre será parte de nosotros, cuando niños es el lugar al que recurrimos en nuestras aventuras imaginarias, es donde se guardan los escenarios de nuestros juegos, los personajes que participan, así que siempre resultará familiar y un poco distinto para cada uno; como adultos, aún podemos recordarlo pero ya es imposible regresar.
Por eso, al terminarlo, llegué a la conclusión de que ya era mayor para Nunca Jamás, era complicado separarme del filtro de adulto y leerlo con ojos de niña, al final me dejó con sentimientos encontrados.
Para empezar, la historia de Peter y los niños perdidos tiene un origen muy triste, por ser la representación de los niños que las madres pierden a edades tempranas y que por lo tanto no vuelven a crecer, como fue el caso del hermano del autor, quien murió a los trece años; luego se me hizo un relato colmado de violencia, y esta es la parte que más trabajo me cuesta procesar, ¿soy demasiado mayor, exagerada o santurrona para Peter Pan?, nunca fui una niña que jugara a la guerra, tampoco tengo niños a mi alrededor como para saber cuales son sus juegos normales y si como digo antes, estoy exagerando, pero no sé si a mi me gustaría leerles como encajan un puñal al enemigo, como una hada conspira contra una niña, como la muerte de niños a manos de piratas es lo más normal…pero esto lo dejo a su consideración.
Creo que pocas veces me ha pasado en que me encariño más con el villano que con el héroe, y este sin duda fue el caso, Garfio es malo, sin duda, pero me encanta su personaje, y en cuanto a Peter y Wendy, nunca pude conectar con ellos, de maneras distintas ambos me parecen odiosos.
En el caso de Peter lo arrogante y narcisista es parte de su atractivo, no tiene padres, no tiene ejemplo y corrección, finalmente es un niño y como tal es egoísta, aunque no nos guste aceptarlo. Pero en Wendy encontré una personalidad que en la vida real no soporto, y es la gente que se apropia de todas las responsabilidades, que necesita ser esa a quien los demás recurren y no acepta la ayuda y opinión de los demás; evidentemente, entendí mucho mejor eso del famoso Síndrome de Peter Pan y Wendy y ubiqué perfecto a aquellos que lo padecen a mi alrededor.
El narrador, por otro lado, es una maravilla, como todo narrador omnisciente es nuestro enlace entre las vivencias de los personajes y nosotros los lectores, pero además es nuestra lupa personal, en cada escena suceden muchas cosas al mismo tiempo, y esta voz nos detiene a observarla con minuciosidad, con este poder mágico para detener el tiempo y que podamos ver cada detalle del desarrollo de los acontecimientos.
No puedo decir que Peter Pan se haya convertido en una de mis historias infantiles favoritas, hay cosas que no termino de aceptar que sean adecuadas para los niños, sin embargo veo el encanto del libro, el porque ha trascendido por más de un siglo, porque se sigue hablando de el y se sigue adaptando, para los niños Peter Pan es magia pura, y para los adultos es un recordatorio de que alguna vez la tuvimos en la palma de nuestras manos.
★★★☆☆ Lo disfruté.
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