Aunque de oído sabía de este libro, no fue sino hasta la FIL cuando me decidí a comprarlo, porque aunque en estas fechas siempre preferimos historias más acogedoras y de mensaje positivo, que mejor momento para leer un a historia de misterio que el invierno, cuando uno puede estar debajo de una cobija completamente dedicado a resolver un asesinato.
De que va.
Durante las fiestas decembrinas, el viejo Simeon Lee decide juntar por primera vez en muchos años a todos sus hijos, que por su difícil carácter los ha ido alejando de muchas maneras; después de una pelea familiar en plena nochebuena, el anciano se retira a sus aposentos, poco después la casa se sume en un grito desgarrador, cuando la familia llega a la recámara, se encuentra al patriarca Lee degollado en una sangrienta escena.
No muy lejos de ahí, Hercules Poirot celebra las fiestas en casa del Coronel Jonhson, cuando son llamados a unirse a la investigación, no obstante, al empezar a indagar se dan cuenta que todos en aquella casa tienen un motivo para cometer el crimen.
“Todo el mundo miente en algo”
#MiHumildeOpinón
Navidades trágicas parte de una idea muy básica en las familias de todo el mundo, y por lo que vemos aplica ya desde hace mucho tiempo, que las fiestas decembrinas no sólo traen paz y armonía, sino que son el origen de muchas disputas familiares.
Aquí nos encontramos con una familia que fue desmembrada por diferentes razones, la madre murió joven, el padre es de carácter muy difícil, los hermanos se fueron alejando por odios, rebeldías, problemas económicos y los dos más cercanos, se mantuvieron ahí básicamente por dinero.
Pero por razones que nos serán desconocidas toda la historia, el padre decide juntar nuevamente a su familia, ¿habrá sido por venganza? ¿les tendría planeada alguna sorpresa desagradable? ¿únicamente quería verlos sufrir cuando cambiara el testamento?, no lo sabemos, pero si nos percatamos de que sus intenciones no eran puramente reunirse en son de paz.
Además de sus cuatro hijos y sus respectivas esposas, a la reunión se une la única nieta, hija de su fallecida hija, y el hijo de un antiguo socio de Simeon Lee, que llegó por sorpresa.
Poco antes de que se perpetúe el asesinato, la familia entera queda dividida por los agrios comentarios de Simeon Lee, esto sumado a que mientras más conocemos a los personajes, más nos damos cuenta de que todos esconden algo, y por lo tanto como Hercules Poirot lo determina más adelante, el asesino es uno de los ahí presentes, y es aquí donde los secretos y las verdaderas personalidades salen a la luz.
No sé de que hubiera sido de Poirot si le hubieran pedido que resolviera un caso en México, los acontecimientos a los que se enfrenta son de personalidad tan inglesa, son desastres muy calculados; evidentemente cometen errores y es ahí donde entra la astucia del detective.
Aunque he de admitir, que tanto en la ejecución como en la resolución a veces me parecen un tanto caricaturescas, por ejemplo, dejar la puerta semi abierta con una piedra en la orilla para que cuando la abra le caiga en la cabeza o descubrir todo gracias a un bigote falso, me recuerdan a las películas mexicanas de mi infancia, en fin, que supongo esto también tiene que ver con la época en la que se escribió o incluso algo llamado “misterio a puerta cerrada” o “misterio imposible”, que quiere decir, que sea como fuere que se haya cometido el asesinato, las evidencias apuntan a que nadie entro o salió de esa habitación y por lo tanto hay que ser de lo más creativo para llegar a una conclusión verosímil.
Aun con todo lo anterior, cuando te enteras de quien es el asesino y cuales fueron sus motivos, no deja de ser menos sorprendente.
Al estar leyendo este libro, recordé que durante una plática en la FIL Guadalajara una chica comentaba que a ella no le gustaba leer, porque pocas veces se encontraba con historias imprevisibles y a pocas páginas leídas terminaba por adivinar de que iba y en que iba a terminar, por lo tanto, no le resultaba atractivo continuar.
Después del pasmo general, los expositores le recomendaron los libros más enredosos que conocían, le ofrecieron sus consejos y puntos de vista de como sí podía disfrutar de las lecturas, nunca sabremos si la hicieron cambiar de opinión y la razón por la que me acordé de ella, es que aunque no descubrí quien era el asesino antes que Poirot, si pude adivinar algunas pistar con base en pequeños trozos de información, que asumo Agatha Christie iba dejando como migajas para sus lectores y eso hizo que mi experiencia con Navidades trágicas fuera mucho más divertida, por un corto periodo de tiempo me sentí más perspicaz que Poirot, Mrs. Marple y Holmes juntos.
Y creo que eso hace que las novelas de misterio sigan siendo tan atractivas, independientemente en donde termine la resolución del caso uno juega al detective mientras avanza, quizá aquí aplicaría el disfruta del camino y olvídate de la meta.
Si buscan una lectura corta para un fin de semana, esta es su opción, es sencillo de leer y te atrapa con facilidad, le di cuatro estrellas en Goodreads.