El libro del que todo mundo estaba hablando desde el año pasado, top en listas de ventas, excelentes calificaciones, de los más elegidos para clubs de lectura, Reese Witherspoon ya le echó el ojo para adaptarlo al cine y ¿quieren saber porque me lo compré? Porque decía que era perfecto para nosotros los aventureros Aries, no me guío, ni creo en los horóscopos, pero siempre me resulta divertido hacer el experimento.
De que va
Kya es la niña descalza, la que anda mal vestida, sucia y de la que todo mundo intenta alejarse en las pocas ocasiones en las que se le ve por el pueblo, donde es conocida como la chica salvaje, pocos saben que sus particulares circunstancias la han obligado a sobrevivir completamente sola, con la naturaleza como única compañera.
La chica salvaje se convierte en una atractiva joven que despierta pasiones, pero sigue inspirando desprecio y desconfianza, por eso cuando el cuerpo de un célebre miembro de la comunidad, aparece sin vida en medio de un pantano, todos la apuntan como principal sospechosa.
Si alguien entiende la soledad, es la luna.
#MiHumildeOpinión
Después de casi un año de haberlo comprado, me decidí a leerlo, pero tenía poco tiempo para hacerlo porque ya me había comprometido con dos Circulemos y mi tiempo máximo era diez días; pero para no sentirme tan sola en lo que creía sería una maratónica lectura, se me ocurrió lanzar la invitación en mi Instagram a todos aquellos que quisieran unirse a esta improvisada lectura conjunta, y hubo cuatro valientes: Lesly, Yunuen, Karina y Landy.
Y para nuestra sorpresa, diez días estuvieron sobrados, La chica salvaje se terminó demasiado rápido.
La historia de Kya se desarrolla en Carolina del Norte, específicamente en los alrededores de Barkley Cove, una zona estrictamente religiosa y profundamente racista. La narración avanza en dos periodos distintos, el que podríamos considerar el pasado, mientras Kya es una niña, y el presente, con la investigación de la muerte de Chase Andrews, hasta que estas dos partes se encuentran.
La infancia de Kya transcurre durante los años cincuenta, la familia vive alejada de las zonas más civilizadas, se relaciona poco con los demás y viven azorados por los problemas de dinero, el alcohol y la violencia, en el pueblo se les consideran basura y por lo tanto relacionarse con ellos está totalmente mal visto.
Cuando Kya tiene seis años, su madre abandona a sus cinco hijos, poco a poco, cansados de los abusos del padre sus hermanos se van yendo sin decir adiós, y Kya se queda a merced de su papá, quien muestra tan poco interés en su hija más pequeña, que un día sin explicación no regresa más.
Kya tendrá que aprender a sobrevivir con lo poco que aprendió de su familia, la naturaleza que la rodea será la encargada de enseñarle el resto, los animales, las flores, los insectos y las gaviotas serán sus maestros, la marisma se convertirá en la única madre que la ve crecer, y serán todos estos elementos los que mejor nos hablen de su personalidad fuerte, decidida, resistente, voluntariosa, temerosa e inocente.
A los catorce años, Kya sabe encender una fogata, maniobrar una barcaza, pescar, vivir sola y sobrevivir al aire libre, pero lo básico para una niña de su edad le es completamente ajeno, jamás ha recibido educación formal y socializar es una habilidad que poco a puesto en práctica, es gracias a algunas almas igual de rechazadas que ella que logra entablar contacto con el mundo.
Hay ocasiones en que encontrar buenas frases en un libro no es nada sencillo, o cuando menos que me digan algo de manera personal, este, sin embargo, está lleno de ellas, y sin temor a equivocarme puedo decir que en cuanto a frases es de los últimos libros que más he subrayado.
Las escenas que describe la autora están llenas de detalles que para mi gusto no sólo aportan belleza a la historia sino mucha magia, tiene un estilo muy poético y la mayoría de los personajes son realmente entrañables, y aquellos que no entran en esta categoría es porque son proporcionalmente lo opuesto, personajes despreciables, siempre necesarios en un buen relato. Todas estas características, resultan aún más impresionantes, cuando te enteras que es la primera novela de Delia Owens.
Así como hay momentos mágicos en la historia de Kya, hay muchos otros llenos de agonía, sí para nuestra protagonista, pero creo que sobre todo para nosotros los lectores, porque nos enfrenta con aquello que hacemos los seres humanos, pequeñas acciones que pueden llenar de miseria la vida de otros sin ni siquiera darnos cuenta, nos pone de frente a los prejuicios que albergamos contra personas que ni siquiera conocemos, y aunque Kya no termine por ser tu personaje favorito, como fue mi caso, logras ponerte en sus zapatos, te duele su soledad y terminas por preguntarte si tú hubieras logrado sobrevivir a una situación así.
Es una lectura cautivante, que nos enseña sobre la libertad que nos da la educación, que explora la vida de las personas en soledad, los sacrificios que se llegan a hacer en la búsqueda de conectar con algo o alguien, y claro, evidenciar como los prejuicios se vuelven una cárcel tanto para el que los sufre, como para el que los tiene.
Si a todo lo anterior le agregamos la investigación de un asesinato, un juicio angustiante y giros impredecibles hasta el final, encontramos una verdadera aventura en este libro.