Conocí a Lisa See por La isla de las mujeres del mar, uno de los primeros libros que leí este año, y que como saben recomiendo ampliamente; pero su fama creció con este, El abanico de seda, así que ya enrachada fue el elegido como lectura conjunta del mes de febrero en el lecturista bookcult.
De que va.
Lirio blanco es una mujer que en la vejez hace un recorrido por las tradiciones que marcaron su vida, empezando por el vendado de pies a sus cortos siete años, un símbolo de belleza y estatus en la antigua China.
Pero este ritual es sólo el inicio de una vida ligada a la de Flor de nieve, su laotong o alma gemela, una niña con la que formará fuertes lazos de amistad, que la adultez pondrá a prueba.
“Obedece, obedece, obedece, y luego haz lo que quieras”
#MiHumildeOpinión
En la China de los 1900, una anciana mujer hace un recuento de los acontecimientos de su larga vida, iniciando ochenta años atrás cuando las madres vendaban los pies de sus hijas para encogerlos de tal manera que perdían su forma natural, y que entre más pequeños, arqueados y puntiagudos fueran mejor posición social les conseguían, así como mejor vida sexual y por lo tanto mayor cantidad de hijos, pero eso es sólo el inicio de la historia que Lirio blanco nos cuenta en El abanico de seda.
Además del vendado, Lirio blanco es elegida para tener un alma gemela también conocida como laotong, que la ligaba a la vida de otra niña de su edad y que tradicionalmente tenían la misma condición social, sin embargo, en el caso de Lirio blanco y Flor de nieve no podrían ser más distintas en ese sentido, en lo demás eran compatibles, su personalidad y la numerología que marcaba este rito eran un enlace perfecto.
Esta amistad iniciaba a temprana edad y se extendía el resto de sus vidas, una relación que jerárquicamente quedaba por debajo del marido, pero emocionalmente era más fuerte, leal e íntima que ninguna otra.
Por estos tiempos, la sociedad China se regía por la ideología confuciana, normas que, entre otras cosas, dividían la vida en el reino de los hombres y el reino de las mujeres y que no se mezclaban entre sí; como la mayoría de las sociedades y lo que la historia nos ha demostrado, las mujeres eran ciudadanos de segunda categoría, se les negaba la educación básica al suponer que no tenían nada que decir o al menos nada inteligente o importante para los hombres, a pesar de eso, desarrollaron un lenguaje secreto llamado nu shu a través del cual se comunicaban entre ellas sobre todo cuando iniciaba su vida en matrimonio, ya que además su vida transcurría en las habitaciones superiores de las casas con mínimo contacto al exterior.
A pesar de no vivir en el mismo lugar, es gracias al nu shu, que Flor de nieve y Lirio blanco fortalecen sus lazos, bordando mensajes en un abanico y contándose los pormenores de sus días a lo largo de sus diferentes etapas sus años de hija, años de cabello recogido, los años de arroz y sal y los años de recogimiento, que corresponden a su infancia, adolescencia, matrimonio y viudez; pero como en todas las relaciones, y sobre todo en épocas convulsas y su amistad se pondrá a prueba evidenciando lo más profundo de sus corazones y su lealtad
Haciendo énfasis en los ritos religiosos y las tradiciones chinas, así como en las dinámicas entre mujeres, el abanico de seda es una historia que tiene un tono suave, ingenuo, de muchas descripciones, que nos presenta una vez más a esta sociedad que coartaba la libertad de las mujeres enmascarándolas de tradiciones, sacrificando sus vidas por considerarlas insignificantes, y en las que se confiaba solamente en estos círculos femeninos que eran las únicas que podían entender la suerte que les tocaba vivir.
Es un libro en donde se nota el trabajo de investigación de la escritora cuya información obtenida se plasma en una hermosa historia de amor, de perdón y de lealtad.
★★★★☆ Me gustó, lo recomiendo ampliamente.
Escucha el episodio 80 del podcast y conoce ademas algunas de las prácticas de belleza más extrañas a nivel mundial.